"Bridge" trip

Fin de semana movidito por estas tierras. Con la tonteria nos hemos metido unos cuantos kilometros y horas de viaje, con muy poquitas horas de dormir (unas 14 horas en 3 dias).

Los polacos y Fran decidieron aprovechar este puente para visitar Praga y Viena. Los demás, debido a temas económicos y a la invitación hecha por un amigo hungaro de visitar su pueblo, decidimos quedarnos.
El finde empezo con el primer botellón, propiamente dicho, celebrado en nuestra ciudad. Una botella de vodka de limon, fanta de limon y una botella de medio litro de agua como vaso en un parque cercano a la residencia. La verdad es que se echaba de menos un parquecillo y un poco de bebida. Aquí, con la tontería de que la bebida es muy barata en los pubs y mas o menos normal tirando a cara en los supermercados, no se suele estilar lo del botellón. Como mucho alguna que otra vez hemos bebido algo en la habitación, pero casi todas las veces hemos acabado sin salir de marcha después. La noche tuvo pokito especial que reseñar, salvo el botellon, fue bastante "standard".
El sabado, pizza pa comer y dia de perreo, aunque pa variar nos fuimos a la cama casi a las 4 de la mañana, aún teniendo que levantarnos a las 8.
El domingo, invitados por los portugueses, nos fuimos a Eger, una ciudad a unas 4 horas de viaje de la nuestra. Famosa por su vino y su castillo, echamos un dia bastante apañao. Probamos el vino, bastante bueno por cierto, con su tapilla de queso estupenda (eso sí, habia que pagarla) y estuvimos paseando por el castillo, una fortaleza medieval atacada por los turcos, reconstruida por estos, vuelta a machacar por los hungaros en reconquista, otra vez los turcos dando por culo y finalmente en 1596 volvió a ser hungaro.
Volvimos a la ciudad ese mismo dia, y al dia siguiente, nos fuimos Javi y yo al pueblo de nuestro colega. Estoy intentando buscar el nombre, pero es imposible. Es un pueblecito de unos 1000 habitantes. Todo verde y sin conocer lo que son las aceras. Ayí conocimos a los amigos y familia de Ferenc, y descubrimos la "curiosa" forma de saludar de la Hungría profunda...Hello! palinka. No se cuantos chupitos de palinka pudimos tomarnos en todo el dia, pero os puedo decir que muchos, y a mi sin gustarme...al final terminare echandolo de menos.

Al dia siguiente llegó el plato fuerte. Una concentración de motos en un pueblo cercano. La concentración/exhibición fué en un antiguo aeropuerto soviético, utilizando la pista de aterrizaje como circuito. Ayí nos encontramos con los portugueses y con Gijo. Al principio se hizo un poco pesada la cosa, eran carreras en linea recta de 500 metros entre dos motos, y asi durante 4 horas. Además, ese día, sin previo aviso, se levanto un viento freskito que nos tenia a todos helados como tempanos. Pero la espera mereció la pena, vimos un coche cohete, que se recorrió los 500 metros en unos 6 segundos, y luego unas dos horas de streetfighters, que pa quien no lo sepa son los tios estos que hacen acrobacias con la moto y demás. Esto último fué sin duda lo mejor, en mi vida habría podido imaginar que se podían hacer las cosas que ví hacer con una moto. Como por ejemplo hacer un caballito sentado de espaldas en el deposito, o hacer un caballito sin manos y girando sobre uno mismo...en fin, cosas que para creerlas hay que verlas.

Para variar, la vuelta fué un poco atropellada. Perdimos el primer tren, asi que tuvimos que esperar 3 horas en el pueblecillo (cerveza en el primer antro que vimos), haciendo cambio en otra estación, y esperando también ayi una hora mas o menos porque el tren venia tarde. Aún así, llegamos vivos y contentos.