Cogiendo el ritmo

Bueno caballeros, señoras y señoritas, ya estoy por fin acomodado en Dublín. Todavía me falta adaptarme al ritmo de vida, o más bien encontrar un ritmo y empezar a moverme y a hacer cosas, pero por lo menos ya he empezado.
El piso lo tengo en Dublin 8, justo al lado de la oficina (menos de 2 minutos andando), y a unos 15 minutos del centro en autobús, que sorprendentemente funciona bastante bien y rara vez tengo que esperar más de 5 minutos en la parada, asombrado estoy. La habitación está muy bien, con cama doble, bastante espaciosa y con un buen ventanal, así que bastante luminosa. El piso también está muy bien, muy nuevo y muy cuidado. Lo comparto con dos hermanos irlandeses: un abogado de 28 años y un agente inmobiliario de 33, que es también el dueño de la casa y por lo que la casa está tan bien cuidada, jejeje. La cocina está de puta madre, muy grande y bastante cómoda…unida al salón también. Lo único es que me sale algo carillo con los gastos y demás incluidos, pero bueno, merece la pena y tengo buenas sensaciones con el piso, así como con mis compis de piso, que tienen pinta de ser de puta madre. De hecho, el de 28 años vino a recogerme a casa de las dos catalanas en coche para ayudarme con la mudanza. Además, como los dos son currantes, los días entre semana son bastante tranquilos, y no tengo que aguantar las fiestas de nadie. Lo único que tengo que “aguantar”, y que se hace de mil amores, es que son unos fanáticos del rugby y es lo que siempre está puesto en la tele. A base de acosarlos a preguntas y de ver partidos con ellos…me estoy convirtiendo en un experto, y posiblemente vayamos a ver el partido Irlanda – Italia al campo, que aunque sea algo caro, va a estar divertido ver como los pelirrojos patean el culo (y además literalmente, que los jugadores irlandeses no son precisamente unas nenitas) a los comepasta, y además es parte de la cultura irlandesa…y es algo que hay que probar: ver un partido de rugby de la selección irlandesa en el Croke Park, con irlandeses y bebiendo una buena guinness.
En cuanto al curro, no está nada mal. La primera semana fue un poco dura, porque me dediqué a leer y rebuscar en los archivos de la compañía, para hacerme una idea de cómo trabajan, cómo funcionan las cosas y qué tipo de marketing gastan. La segunda, ya con todo el equipo de vuelta de las vacaciones, aunque con la jefa planeando las suyas, fue bastante más productiva. En el departamento de marketing estamos 4: la directora, que es mi amiga irlandesa de 26 años, una chica brasileña también de 26 años, que es la encargada del diseño de las campañas y el control del marketing directo, un chaval francés de 30 años, que es el encargado de las ventas; y yo, que voy a estar un poco para todo pero sobre todo mano a mano con Elaine (la brasileña) en el desarrollo de las campañas. Creo que va a ser muy interesante. Además, la empresa trabaja de puta madre, y aplica el marketing interno bastante bien. No estamos hablando de una empresa tipo google donde tienes tu habitación de juegos, etc.; pero tenemos reunión de equipo todas las semanas, reunión de empresa cada dos semanas, actividades mensuales para trabajar la compenetración entre los trabajadores y “premios” por consecución de objetivos tales como viajes o, como es el caso del siguiente para este trimestre, un fin de semana pagado haciendo surf en Tramore (al sur de Irlanda). Además, aunque lo de las reuniones a algunos os parezca algo normal, no es la reunión en sí, sino como se abordan. Son reuniones en plan informal (aunque están más o menos esquematizadas) en las que se hacen tormentas de ideas y se trata de ayudar unos a otros si alguno está atascado…, no sé explicarlo…pero está de puta madre :D
Además ya empiezo a tener buena relación con mis compañeros de trabajo. Ayer terminamos de trabajar y nos fuimos a tomar “una” pinta, lo que acabó convirtiéndose en cuatro (obviamente sin cenar) y en mí llegando a mi casa pasao de hambre y medio borracho a las 23:00 de la noche. Que no está mal, desde que llegué a Irlanda no me había tomado una mala pinta en un bar.
En fin, poco más que contar por ahora…, hasta que no coja un poco el ritmo, y vaya añadiendo cosas que haga, tendré más que contar. Cuidaros mucho, y disfrutad del tiempo los que estéis en Almería…que yo ya lo estoy echando un huevo de menos!!
Un abrazo desde las tierras irlandesas!!

Dublin, segundo asalto

Bueno, como muchos habréis comprobado, cuando vine a Dublín en septiembre, volví a reabrir éste mi cuaderno de viaje, para que pudieseis, a los que os interese, saber que tal me iba en mi nueva aventura por tierras extranjeras. Solamente hice un par de entradas, y realmente es porque no hubo mucho más que contar. Los 3 meses que he pasado en Dublín, no han sido muy productivos, y no había ni demasiado que contar, ni ganas para hacerlo.
Bueno, el caso es que al final sí que pude sacar algo de provecho de aquella experiencia, tanto en lo personal, como en lo profesional. Gracias a estar aquí, conocí a la que ahora va a ser mi jefa, y tras muchas vueltas y movidas, conseguí que me concediesen la beca Leonardo da Vinci para realizar prácticas de empresa en el departamento de marketing de mi amiga. Y en eso estoy…
Acabo de llegar a Dublín, a casa de unas amigas españolas - aunque una de ellas me diría que ella es catalana…pero bueno, algún defecto tenía que tener, que estoy durmiendo debajo de una bandera estelada (la bandera independentista catalana), que me han ofrecido techo mientras busco alojamiento cerca de mi trabajo. Aunque las pobres ahora pasan por un mal momento, que las acaban de echar del curro…pero bueno, esperemos que se les arregle la situación.
El viaje fue algo movido. El señor Barri tuvo la amabilidad de acercarme a Málaga con el coche. A las intempestivas 6:45 horas a.m., aparcó delante de mi puerta para cargar el coche y empezar camino. Luego tuvimos momento flash back, escuchando el insomnio de Hamlet y recordándonos en el xova pegando botes, y bueno hablando y comentando mil movidas…se hizo bastante ameno el viaje.
Una vez en el aeropuerto…conseguí colar la maleta con un kilo y medio más de lo permitido, me despedí de los que me habían acompañado y empecé mi camino hacia la puerta de embarque. Ahí empezó la broma. Primero aparece retrasado el vuelo, y a la hora prevista del despegue, aparece el número de nuestro vuelo, pero con destino a Shannon, que es el aeropuerto de Galway. Hablando y preguntando a todo el mundo, conseguimos llegar a la conclusión de que el aeropuerto de Dublín estaba cerrado por nieve, y nos llevaban a otro aeropuerto…, aún así…teníamos que esperar. Ya una vez en el avión, una hora y media después de la hora oficial de despegue, el capitán nos comunica amablemente que vamos a salir con destino a Shannon, y que si cuando estemos llegando han conseguido despejar la pista de Dublín, entonces aterrizaremos allí. Al final, gracias a dios…, conseguimos llegar a Dublín, aunque casi con dos horas de retraso.
El viaje…pues que voy a decir, realmente se nota la diferencia con Ryanair. Volar con AerLingus es totalmente distinto, mucho más cómodo y con muchas menos restricciones y gilipolleces…pero claro, Ryanair seguirá teniendo vuelos a 5 euros… y no puedes esperar que encima vayas a volar cómodo. Además, me senté al lado de una familia irlandesa, con el padre, la madre, dos hijas y un hijo. Estuve todo el viaje hablando con la madre, una señora muy amable y típica irlandesa, que llevaba pasando las vacaciones en España 20 años.
Una vez llegamos, fui a recoger la maleta, que junto con la de otros 15 o 20 pasajeros, salió 20 minutos más tarde que las del resto, por lo que yo ya me estaba viendo sin ropa para empezar mañana a trabajar. Pero bueno…finalmente no hubo desgracias y pude llegar a la casa de estas niñas con mi maleta, arrastrándola por todo el Dublín nevado.
Mañana empiezo a trabajar, a las 9 de la mañana, en la que va a ser mi oficina por los próximos 6 meses. Está situada en Dublin 8, a unos 25 minutos en tranvía al oeste del centro de la ciudad. La putada es que yo ahora mismo estoy viviendo a unos 25 minutos al sur del centro, y tengo que irme hasta allí, puesto que no hay conexión entre el sur y el oeste (como me encanta el transporte público de Dublín), por lo que más me vale encontrar un alojamiento en la zona de mi trabajo cuanto antes.
En fin, esta vez voy a tener muchas más cosas que contar. Se me presenta ahora una muy buena oportunidad, trabajando en un departamento de marketing, conociendo gente importante en Dublín, y haciendo más cosas. Así que esta vez espero escribir al menos una vez a la semana, para ir comentando alguna de mis novedades, por si alguien quiere hacerlo.
Ya echo de menos Almería, y Dublín sin cierta personita…pues está algo más vacía, pero bueno. Cuidaros mucho, un abrazo a todos!!